Desde sus inicios, la Televisión Cultural en México ha tenido frente a sí, un panorama desolador. El simple hecho de pensar en ella como opción televisiva generaba o ¿genera? antipatía. ¿Quién no recuerda a Octavio Paz en los ochentas reseñando libros o discurriendo sobre autores hasta altas horas de la noche? Formatos densos, conductores acartonados, horarios nocturnos, producciones sobrias que no despertaban el mínimo morbo; eran las características centrales de la Televisión Cultural.

Figuras de la intelectualidad (desde Florence Toussaint, pasando por Jesús Martín Barbero, hasta Néstor García Canclini) se han encargado de abordarla, estudiarla, de criticarla, de generar valiosos documentos que siguen vigentes, y son referentes obligados.

Hoy en día, con canales culturales como el del CONCACULTA (Canal 22) y el del Politécnico (Canal 11), los intentos por hacer una Televisión Cultural entretenida, ágil y con formatos menos pesados; están surtiendo sus primeros efectos: la integración de ciertos públicos.

Foto Kiosco 33

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Programas como “La Dichosa Palabra”, “El Tímpano”, “Entre Líneas” y “El Foco”, por citar algunos, han venido ha demostrar que la Cultura en la televisión mexicana ha dejado de causar fastidio.

Por otro lado, a nivel local, han sido las universidades, tanto públicas como privadas las que han dado la cara por la Televisión Cultural y se han atrevido a realizar programas que, por fortuna, han encontrado espacios de difusión tanto en la televisión abierta como en la de paga, a pesar de los raquíticos presupuestos con los que trabajan.

Valientes esfuerzos los de programas como “Cultura a Cuadro” de la UABC, “Caldero TV” de la Ibero, “Pulso” del CUT, y “La Esquina TV” de la Universidad de las Californias; que poco a poco se van ganando las audiencias tijuanenses. Es gracias a la pujanza estudiantil y al espíritu universitario que la Televisión Cultural en nuestra ciudad se mantiene viva y crece día con día.

Recientemente visitó nuestra ciudad el escritor José Ramón Ruisánchez. Vino a presentar su más reciente novela “Nada Cruel” y de paso charlar sobre Televisión Cultural con alumnos de la Universidad Iberoamericana. Ruisánchez conduce junto a Julio Patán el programa “Entre Líneas” que se transmite por Canal 22 donde el tema central es la Literatura.

Previo a la conferencia en la Ibero, Kiosco 33 charló brevemente con el también académico, y a continuación compartimos parte de la entrevista.

José Ramón Ruisánchez/Kiosco 33

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Hablaba Jorge Volpi al inicio de su gestión al frente de Canal 22, que la apuesta central era implementar un intenso plan de comercialización que involucrara a la iniciativa privada. ¿Cómo comercializar la Cultura en Televisión?

 “Mira, lo primero que tienes que hacer es crear audiencias. No puedes llegar con potenciales clientes sin tener audiencias, entonces creo que lo que se ha ido intentando (y la verdad con éxito), ha sido crear una serie de públicos que antes no veían el Canal 22, el 11, o una oferta distinta a la francamente comercial. Lo que se ha hecho es explorar cuáles son los intereses, por ejemplo de los chavos de 15 años, qué es lo que falla en la programación habitual cuando te ocupas de cultura. Creo que la primera etapa que se está cumpliendo muy bien es eso, crear un público, y ya que tienes un público, entonces ya puedes jugar a diferentes cosas. Si ves las gráficas de raiting, de diferentes programas (los que se han conservado e ido pasando de temporada en temporada) han ido creciendo, eso te permite, primero solidificar el público, la fidelidad de un público al canal y, después en una segunda etapa, lo que haces es acercarte a los anunciantes, y decir: ‘ahí está el público’”.

 ¿Cómo hacer Televisión Cultural en la etapa de la Post-Televisión?

“La gente no ha dejado de ver televisión, simplemente lo que se ha creado son nichos específicos. Lo que tienes que pensar es, uno, que la Televisión Cultural (que francamente se olvidó muchas veces) lo que dejaba de ser era televisión, entonces era muy cultural, pero como televisión no funcionaba, no se pensaba televisivamente, era aburridísima, no había nada que combinara los enormes avances del medio de la televisión con un contenido más sabroso, había una mediación que no servía de nada. Hoy en día hay que pensar cómo la televisión se ha transformado. La televisión ya no es el único medio en el que se montan estos contenidos, entonces hay que aprovechar los otros medios. Cuesta trabajo modificar el pensamiento, pero por qué no al mismo tiempo creamos un blog, un enlace a You Tube, contestar emails, o a lo mejor es más eficiente crear un podcast, que aspirar a un espacio en una estación de radio abierta; entonces justamente lo que haces es eso, un mismo contenido lo dejas habitar diferentes medios.”

Foto Kiosco 33

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 Decía Epigmenio Ibarra que la Televisión Comercial le ha dado la espalda al talento y la Televisión Cultural le ha dado la espalda al entretenimiento. ¿Qué opinas?

 “Es una frase ingeniosa, y vamos, viniendo de quien viene, alguien que además ha logrado meter talento a la Televisión Comercial sin duda. La Televisión Cultural durante mucho tiempo más que ser seria era solemne, francamente aburrida, no acababa de cumplir con ese cometido de ser Televisión. La Televisión Cultural se trató de avocar a la Cultura y se le olvidó ser Televisión. Hay mucha gente que se ha formado cambiando de canales, la gente no ve un sólo canal, la gente cambia de canales, y ha habido por ejemplo una diversidad de la oferta en cuanto a películas que se pasan. Por otro lado, creo que hay un antes y un después de “La Dichosa Palabra”; cambió radicalmente la manera del hacer la Televisión Cultural. Si ves las audiencias que atrae cuando se transmite en vivo, es una cosa notable. Entonces, se pueden hacer cosas afortunadas, y evidentemente la BBC o PBS en Estados Unidos, son ejemplos de que se puede hacer una Televisión Pública, olvidemos lo cultural, una televisión inteligente muy afortunada. Yo preferiría el término Televisión Inteligente, porque Televisión Cultural siempre suena a una contradicción en términos, de un proyecto destinado al fracaso, en cambio una Televisión Inteligente, que tenga su parte en la república de los medios es fundamental, y creo que se puede hacer y se hace con fortuna”.

 ¿Debe el gobierno seguir subsidiando las empresas culturales o hay que voltear más a la iniciativa privada?

“Mira, el problema es que no pueden surgir de la nada. El capital es conservador, entonces sí, sin duda se necesita un subsidio, pero también se necesita tener metas claras y cumplir estas metas claras. No va a competir un pequeño canal local con un gran consorcio de medios, pero tiene que competir por un cierto nicho, y eso es afortunado. No todo es la recuperación en pesos y centavos, la verdad hay un asunto de capital cultural que se obtiene, eso es importante. El hecho de que haya una diversidad en el espectro de la televisión abierta es fundamental, el hecho de que haya presencia en cable (como nosotros mismos), pero también como TV UNAM, o Canal 11 es fundamental, o sea, eso hace ganar a las audiencias”.

José Ramón Ruisánchez/Kiosco 33

José Ramón Ruisánchez/Kiosco 33

 León Krauze, Director de Clío, mencionaba alguna vez que sería bueno que todo aquel empresario que quisiera invertir en la Televisión Cultural pudiera gozar de estímulos fiscales. ¿Cuál es tu opinión?

«De nuevo, es un asunto complicado, es mucho más fácil pensarlo en el sentido de ‘mira si ocupas este inmueble que es un patrimonio te doy incentivos fiscales’. Mira, es todo un problema de Economía, pero no está mal pensar en ese tipo de alianza; de nuevo es una curva, es algo que te permite por ejemplo digitalizar un canal, fortalecerlo, crear una opción, y una vez que se crea esa opción, se puede empezar a quitar ese tipo de trato privilegiado, o sea, depende cual sea tu pensamiento económico, francamente es una cosa casi de Filosofía, es difícil decidirlo. Sin duda, mi respuesta, por lo menos en el corto plazo, si se fuese a crear un nuevo canal cultural, sin duda se tiene que subsidiar, se tiene que incentivar todo tipo de inversión privada, y luego se debe de dar un seguimiento real de decir, ‘bueno, se subsidió este canal ¿dónde está el crecimiento? ¿qué ha pasado?’, y en ese sentido ir regularizándolo. De nuevo, no estás compitiendo, no estás tratando de hacer un canal comercial. Un canal comercial se hace de otro modo y sus objetivos son diferentes”.

¿Qué opinas de los programas culturales que se realizan en el interior del país, particularmente uno tijuanense llamado “Bulbo”, el cual llegó a transmitirse también por Canal 22?

“Yo creo que esto es fundamental. Ahora, la verdad es que tiene el mismo problema que el asunto de decir ‘Televisión Cultural’, o sea, el problema es cuando empieza a decir ‘Televisión Local’. Lo que tienes que pensar es ‘Buena Televisión’, ‘Televisión Inteligente’. Desde luego es importante el sistema de competencia abierta, de decir, bueno, si tú eres un productor y me puedes hacer un programa, adelante; es fundamental, a mi eso me parece que es una cosa que es central en el pensamiento de el cambio de la Televisión. Ahora, ojo, no sólo estoy pensando en algo tan pequeño como Canal 22, el nivel de la Televisión Comercial, para mi gusto, va para abajo, y si no se abren a este tipo de producciones de talento atípico, para mi no resulta nada interesante”.

El viernes 23 de Enero del año en curso, Tijuana daba, como de costumbre, la nota del día al mundo. Un tipo de nombre Santiago Meza López saltaba a la “fama” mundial, no por sus logros académicos o aportaciones a la ciencia o tecnología, sino por disolver 300 cuerpos en ácido que le valió el sobrenombre de “El pozolero del Teo”. No hubo medio alguno de la región que dejara de cubrir macabra noticia. Ese mismo día, en la Galería de Arte de la Universidad de Texas en Dallas, la obra artística de un Colectivo y dos artistas tijuanenses, era inaugurada. Ese viernes nadie cubrió “la otra nota”.

Foto Cortesia.

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¿Qué relevancia puede tener el arte frente a una realidad tan brutal y violenta como la que vivimos? ¿Cuál la utilidad del arte? ¿Cuál el papel de los artistas?

La exposición “Staybite: Modes of Operation”, reúne además de los tijuanenses (Colectivo Bulbo, Roberto Romero-Molina y Sergio de la Torre), a artistas y colectivos del sur de California como la cineasta Vicky Funari, el fotógrafo Arnoldo Vargas y el colectivo “Fallen Fruit”, entre muchos otros; cuyos trabajos provocan cuestionamientos y propuestas sobre los espacios públicos, el compromiso cívico y un llamado a la acción. Bajo la curaduría de la cubana Evelyn Serrano y de la escritora Karla Díaz, estas propuestas de “impacto social” estarán en exhibición en dicha universidad hasta el 21 de este mes.

“EL PROYECTO casA”

Roberto Romero-Molina es un artista multidisciplinario radicado en Tijuana. No es fácil conocerlo por medio de un currículum, de hecho, éste arroja más incertidumbre que información. “Pescador en Alaska, homeless en Seatle”; es una forma de provocar la inquietud en el lector de su hoja de vida. “Son aquellas cosas que te forjan en la vida las que realmente valen la pena”, me dice afable el artista, mientras recuerda su travesía en altamar.

Foto Cortesia.

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Exponer fuera de casa no es nada nuevo para él. Cuenta con la experiencia de exposiciones en Los Ángeles y España, sin embargo lamenta el poco interés local hacía las producciones artísticas.

“Hay mucha oferta en nuestra región y no tenemos demanda de lo que producimos, entonces tenemos que ir a donde hay esa demanda, y una muestra de eso es esta exhibición. Hay espacios, lugares, propuestas curatoriales de gente que está investigando el quehacer del arte actual que nos está jalando, nos está llevando a lo que están trabajando ellos. Lo que quiero decir es que si aquí no tenemos la demanda de lo que estamos haciendo, se está encontrando. Así como yo, muchos colegas están mostrando su trabajo donde se les pida. Ha habido un boom en Tijuana y han surgido cosas interesantes. Yo puedo decir que parte de ese boom es que hayan venido estos curadores a Tijuana a ver la obra y se la estén llevando”.

La fotografía, la pintura, el video y el arte sonoro, son otras disciplinas que forman parte de la vida de Romero-Molina, y aunque modestamente reconoce su experiencia en ellas, considera esto como muy necesario para desarrollar el arte actual. Arte que aprovecha no sólo para saciar su necesidad de expresión sino llevarlo a otros planos a que cumpla con otros objetivos.

Foto Cortesia.

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La pieza participante de Romero-Molina en “Staybite…” lleva por título “casA“. Con esta muestra el artista propone crear un hábitat sustentable y colocarlo en la franja fronteriza Tijuana/San Diego para que pueda ser utilizado por los migrantes deportados. La pieza formó parte de la muestra “Amphora: un índice de posibilidades”, también de su autoría, la cual consta de nueve instalaciones que estuvieron en exhibición el año pasado en la Sala de Arte de la Universidad Autónoma de Baja California.

¿Por qué no hacer algo por los migrantes? , se cuestiona el artista y añade: “De ahí nace la idea. Aquí entra el cuestionamiento de qué papel juega el arte en esto, por qué un artista está involucrándose en estos asuntos. Esto es uno de los motivos por los cuales “casA” entra en la muestra de ‘Staybite…’, porque es algo que se saldría de lo que comúnmente denominan una vertiente del arte. Si de alguna manera el arte habla de cierta belleza (en lo estético, en el concepto, en la idea), ¿por qué no puede ser una buena acción?”.

El propósito es establecer una comunidad con estos hábitats, y dotarla de todos los servicios básicos, así como el ofrecer a los migrantes asistencia médica y psicológica, con apoyo de voluntarios y trabajadores sociales que atiendan sus necesidades inmediatas. Una vez establecida la comunidad, se pretende documentar las historias personales de los migrantes para luego ¿por qué no? mostrarlas en una exhibición itinerante por los Estados Unidos.

“Nuestra idea es que en una parte posterior de la exhibición, en otra fase, poder mostrar esas historias personales, para concientizar un poco más al público en general con respecto a las historias; saber qué es lo que lleva a estas personas a hacer esto”.

Y abunda más sobre la sustentabilidad del proyecto: “La estructura del hábitat está hecha de material reciclable, está integrado un sistema de calentamiento de agua solar, hay dos o tres propuestas de escusados, para que haya una separación de sólidos y líquidos. Estuve trabajando con alumnos de la Universidad Autónoma de Baja California, trabajamos en equipo con la idea de que todos los elementos y las funciones dentro del hábitat fueran sustentables. La idea era que cuando este hábitat se colocara, hubiera una especie de campamento, con su huerto; sin dejar ninguna huella de contaminación. Cuando inicié el proyecto mencioné que quería que fuera sustentable hasta en un 90% (…) “.

Sobre los costos añade: “Estamos calculando de que el hábitat va a costar alrededor de mil o mil doscientos dólares. Hospeda a dos personas, cocina, regadera, baño y comedor; está completísimo”.

¿A qué nivel has hecho esta propuesta? se le pregunta.

Foto Cortesia.

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“No sabemos exactamente a que nivel llevarlo; obviamente se requerirían de muchos permisos para llevar a cabo el proyecto. Yo creo que por medio de instituciones culturales lo lograríamos. Ahorita estamos en la etapa de estar mostrando el proyecto en fase maqueta y animación tridimensional con la idea de que en algún momento podamos completar el equipo que necesitamos para verdaderamente llevarlo a cabo”.

Actualmente la propuesta artística está en manos de la UABC campus Mexicali, quien en otoño de este año lo instalará en un edificio próximo a inaugurar y estará en exhibición de manera permanente ya con todos los elementos que tiene en mente el autor.

“A lo mejor es un tanto inocente pensar que un hábitat va a llegar a solucionar una situación de semejante dimensión, pero va más allá de eso, en el sentido de que se trata de accionar, eso es todo en realidad”.

Sin duda la frontera lo inspira, lo persuade; la hostilidad de la misma, lejos de causarle hastío o indiferencia, lo colma de pragmatismo. Ya en la ruta del arte, Romero-Molina huye de la periferia para no agazapar sus obras y elige transitar por terrenos fértiles donde pueda sembrar más reflexión que perplejidad a través de ellas. Sus obras no se quejan, proponen. Es un artista comprometido con su entorno, con el contexto donde nacen sus obras; intranquilo frente a la pasividad, provocativo ante la nada.

¿Qué opinas de toda la infraestructura cultural que está surgiendo en la ciudad, como por ejemplo ‘El Cubo’, ‘El Trompo’, ‘El CEART’?

“Me parece excelente, son los síntomas de una ciudad que no le queda otra mas que crecer. Muchas veces, tanto empresarios como la sociedad, no creen en invertir en proyectos culturales porque no son redituables económicamente, y es que esto no se reditúa económicamente, esto se reditúa de otra manera. Es a través de las futuras generaciones (que se verán ya rodeadas de esta cultura, de toda esa infraestructura) donde vamos a ver realmente los frutos. Uno de los síntomas de la ausencia de esto, son cosas como las que vivimos actualmente, gente que se mueve en un medio violento, brutal; que es todo lo contrario al conocimiento y el arte, son como dos extremos del mismo hilo. Yo creo que todo esto que se está dando en cuanto a infraestructura, nos va a dar resultados increíblemente buenos a largo plazo. Espero que la obra de todos los colegas ahorita esté también contribuyendo de alguna manera para que siga dándose ese florecimiento. Creo que todo esto nos va a dar otra Tijuana algún día.”

Actualmente está trabajando con la escritora Paty Blake en el proyecto “Post_real”, una muestra de 12 postales que los artistas presentarán en Valencia España este próximo otoño bajo el colectivo que ambos conforman llamado “Oficina de Asuntos Necesarios”.

Para conocer más de Roberto Romero-Molina no dejen de consultar su página en internet www.romero-molina.com