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“LA PROMOCION CULTURAL SE HACE CON LAS UÑAS”: Mario Ortíz Villacorta

El pasado 11 de Julio se conmemoró el 119 aniversario de la fundación de la ciudad de Tijuana. Diversos eventos, tanto culturales como deportivos, se están llevando a cabo en el marco de esta celebración. Kiosco 33 buscó a uno de los más destacados cronistas de la ciudad, el maestro Mario Ortiz Villacorta Lacave, para que desde su perspectiva, nos hablara sobre la situación actual de Tijuana, sus problemáticas, sus habitantes y el papel que debe asumir la cultura ante los embates delictivos que tanto vulneran su armonía y estabilidad.

 
A continuación parte de la entrevista que sostuvimos con el Mtro. Villacorta:
A 119 AÑOS DE SU FUNDACION, ¿QUE LE DEBEMOS FESTEJAR A TIJUANA?

“Su extraordinaria capacidad de sobrevivencia, dinamismo, progreso, creación de valores propios y desarrollo de una cultura regional muy diversificada. No estamos hablando de una identidad única y sólida, porque Tijuana es una ciudad extraordinariamente dinámica que crece aceleradamente. La ciudad de Tijuana crece alrededor de 100% cada diez años y eso le produce una situación de desmesura. Cuando hablamos de la identidad de Tijuana tenemos que hablar de varias identidades que las unen  las condiciones generales de la mexicanidad (…) Hay una falsa imagen de creer que Tijuana está formada por los que no pudieron pasar al otro lado y eso no es verdad, en realidad el que quiere pasar a Estados Unidos pasa. Los que han decidido irse al otro lado no se quedan en Tijuana, o pasan  o se regresan a su lugar de origen. Solamente un 4% de los tijuanenses, según estudios del COLEF, son personas que después de intentar pasar a Estados Unidos, se quedaron a radicar aquí para siempre. El ser frontera tiene dos condiciones, una favorable y una desfavorable. La favorable es que propicia el intercambio económico, social y cultural. La desfavorable es que estamos en el paso de la migración indocumentada , del tráfico de drogas, el tráfico de armas y la transculturación. Pero la transculturación se abate con el fortalecimiento de nuestros propios valores culturales.”

EN RETROSPECTIVA ¿COMO HA CAMBIADO LA IDEOSINCRASIA DEL CIUDADANO TIJUANENSE?

“No podemos hablar de una sola forma de ser; una cosa son los viejos tijuanenses, que tienen maneras muy precisas de ser, el viejo tijuanense es generalmente una persona práctica, directa, franca, cordial y amistosa, pero desconfiada en cierta medida. El viejo tijuanense es una persona muy trabajadora, que piensa en su familia, su casa y sus cosas. Es aquel que se ha formado un patrimonio a base de esfuerzo y trabajo. El viejo tijuanense es comerciante y el muy antigüo tijuanense era ganadero, sembraba y comerciaba. Tijuana en un principio era un conjunto de rancherías con excelente ganado de muy buena calidad y que además trabajaban artesanías. Así es que los descendientes de esa Tijuana sí tienen una manera de ser y una idiosincrasia propia. Pero como ha habido tanta gente que viene de tantas partes, pues hay muchas diferencias de usos y costumbres.

EN LOS RECIENTES HECHOS DELICTIVOS EN TIJUANA, LA PARTICIPACION DE LOS JOVENES ES UNA CONSTANTE ¿QUE PASA CON LOS JOVENES TIJUANENSES HOY EN DIA?

“Un 80 % de  estos jóvenes no son residentes de la ciudad, vienen de estados como Sinaloa, Jalisco y el Distrito Federal. El 90 % de la gente que está presa, lo está por tráfico de drogas y es gente que viene de otros estados, principalmente del estado de Sinaloa. No tengo nada en contra del estado de Sinaloa, sé que es un estado donde se cultiva el arte y la cultura, con una magnífica universidad y otras cosas, pero no podemos negar esa circunstancia. Como en un tiempo la presencia mayoritaria era de jaliscienses, ahora es de sinaloenses (…) Nosotros tenemos una especie de gobierno invisible formado por la delincuencia pero no es propio nuestro, aunque hayan reclutado jóvenes de la clase alta que llaman narcojuniors. Si ustedes se dan cuenta, la primera generación de narcojuniors ya desapareció, todos han muerto, están presos o andan a salto de mata. En cambio hay una nueva generación de jóvenes atraídos por ese mito del poder y del dinero, muchos jóvenes que no lo necesitan se incorporan a esas filas. Los delincuentes están reclutando jóvenes por razones naturales, el joven es arriesgado, no lo piensa, lo mueve la adrenalina y de pronto no puede medir las consecuencias de este tipo de delitos, lo cual resulta muy grave y triste”

 

Foto Tijuana

Foto Tijuana

CUANDO LOS TIJUANENSES TOMAN LAS CALLES O CUALQUIER OTRO LUGAR PUBLICO PARA MANIFESTARSE, USUALMENTE LO HACEN REPRESENTANDO A SUS GREMIOS, PARTIDOS POLITICOS O SINDICATOS, PERO MUY RARO LO HACEN COMO SOCIEDAD CIVIL ¿ES PASIVA LA COMUNIDAD TIJUANENSE FRENTE A LOS PROBLEMAS QUE LOS AFECTAN COMO SOCIEDAD? 
Yo pienso que en términos generales está muy dividida. Como que está muy sectorizada. Cada vez que un sector es afectado, sale ha manifestarse pero lo hace solo. Por ejemplo hemos visto salir a los doctores, a las enfermeras, a la iglesia, a los protestantes, a los universitarios; pero no he visto yo una capacidad contestataria. No hay aquí una asociación de usuarios, por ejemplo, del servicio público; no hay una asociación de personas que pagan impuestos como en otros lugares. Yo recuerdo luchas extraordinarias en Acapulco, en Chilpancingo, en Tampico y en la ciudad de México, donde se organizan y logran que el gobierno y las autoridades echen atrás una medida abusiva o absurda. Aquí en Tijuana no sucede. Rara vez se manifiestan. Hace unos 5 años, cuando se iba a hacer una lanzadera en el parque teniente Guerrero, se logró que se conmoviera a la comunidad. Yo estaba entre ellos. Recuerdo que todos fuimos vestidos de blanco, rodeamos tomados de las manos el parque, pedimos que no se hiciera la lanzadera y se logró. Ese fue un buen precedente, pero no se repite mucho. Las marchas por ejemplo por la seguridad, que debieron haber sido multitudinarias, iban mil o dos mil personas cuando mucho. Hay un locutor, Ramón Quiñónez, quien seguido dice que ‘no hay pueblo’, y yo digo que sí lo hay pero es un pueblo que no ha madurado todavía en esa condición. No hay capacidad contestataria, no hay capacidad de protesta desarrollada. ¿Por qué? Porque hay gente que está terminando de llegar. Siempre hay gente que no ha terminado de llegar. Decía Conrado Acevedo ‘no han abierto su maleta psicológica’, la tienen debajo de la cama, no se han integrado. Aquí en Tijuana hay gente que tarda 20 años pensando que se va a ir a su pueblo y que se le hace horrible Tijuana, pero aquí vive, progresa y tiene todo”.

¿CUAL DEBE SER EL PAPEL DE LA CULTURA FRENTE A LOS HECHOS DELICTIVOS QUE ACONTECEN EN TIJUANA?

“La cultura es una consecuencia de la educación y la educación es un proceso social, no es un proceso de la escuela. La escuela no cambia la sociedad, ese es un error muy grave que tenemos. Los liberales del siglo XIX pensaban (y lo metieron en la idea de la gente) que la escuela sería la que cambiaría a la sociedad, cuando es la sociedad la que produce el tipo de escuela que quiere y necesita. La sociedad crea un tipo de ser humano acorde con sus valores y con sus características y condiciones. La cultura no lo puede todo, pero ayuda bastante. En la medida en que nosotros desarrollemos actividades culturales, que metamos a la gente en la discusión y el análisis de los problemas sociales y de la vida social, en esa medida, la gente va cobrando conciencia y en la medida en que la gente cobra conciencia, es decir, que se da cuenta de las cosas, aprenderá también a actuar. Por eso es necesaria la promoción de la cultura y eso es una cosa que los gobiernos no han entendido, la cultura es algo que se deja al final. Se prefiere por ejemplo gastar en la imagen del gobierno más que en la promoción cultural. La promoción cultural se hace con las uñas, cuando debiéramos tener un despliegue importante de cultura. La cultura contribuye a formar conciencia, la conciencia contribuye a la identidad, la identidad contribuye a la convivencia y la convivencia hace que vivamos mejor”

 

Mario Ortíz Villacorta Lacave es cronista de la ciudad de Tijuana. Es Licenciado en Filosofía. Fue maestro y director de la Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas. Coordinó, junto a Francisco Manuel Acuña Borbolla, el libro “Tijuana. Senderos en el tiempo”.