El viernes 23 de Enero del año en curso, Tijuana daba, como de costumbre, la nota del día al mundo. Un tipo de nombre Santiago Meza López saltaba a la “fama” mundial, no por sus logros académicos o aportaciones a la ciencia o tecnología, sino por disolver 300 cuerpos en ácido que le valió el sobrenombre de “El pozolero del Teo”. No hubo medio alguno de la región que dejara de cubrir macabra noticia. Ese mismo día, en la Galería de Arte de la Universidad de Texas en Dallas, la obra artística de un Colectivo y dos artistas tijuanenses, era inaugurada. Ese viernes nadie cubrió “la otra nota”.

Foto Cortesia.

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¿Qué relevancia puede tener el arte frente a una realidad tan brutal y violenta como la que vivimos? ¿Cuál la utilidad del arte? ¿Cuál el papel de los artistas?

La exposición “Staybite: Modes of Operation”, reúne además de los tijuanenses (Colectivo Bulbo, Roberto Romero-Molina y Sergio de la Torre), a artistas y colectivos del sur de California como la cineasta Vicky Funari, el fotógrafo Arnoldo Vargas y el colectivo “Fallen Fruit”, entre muchos otros; cuyos trabajos provocan cuestionamientos y propuestas sobre los espacios públicos, el compromiso cívico y un llamado a la acción. Bajo la curaduría de la cubana Evelyn Serrano y de la escritora Karla Díaz, estas propuestas de “impacto social” estarán en exhibición en dicha universidad hasta el 21 de este mes.

“EL PROYECTO casA”

Roberto Romero-Molina es un artista multidisciplinario radicado en Tijuana. No es fácil conocerlo por medio de un currículum, de hecho, éste arroja más incertidumbre que información. “Pescador en Alaska, homeless en Seatle”; es una forma de provocar la inquietud en el lector de su hoja de vida. “Son aquellas cosas que te forjan en la vida las que realmente valen la pena”, me dice afable el artista, mientras recuerda su travesía en altamar.

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Exponer fuera de casa no es nada nuevo para él. Cuenta con la experiencia de exposiciones en Los Ángeles y España, sin embargo lamenta el poco interés local hacía las producciones artísticas.

“Hay mucha oferta en nuestra región y no tenemos demanda de lo que producimos, entonces tenemos que ir a donde hay esa demanda, y una muestra de eso es esta exhibición. Hay espacios, lugares, propuestas curatoriales de gente que está investigando el quehacer del arte actual que nos está jalando, nos está llevando a lo que están trabajando ellos. Lo que quiero decir es que si aquí no tenemos la demanda de lo que estamos haciendo, se está encontrando. Así como yo, muchos colegas están mostrando su trabajo donde se les pida. Ha habido un boom en Tijuana y han surgido cosas interesantes. Yo puedo decir que parte de ese boom es que hayan venido estos curadores a Tijuana a ver la obra y se la estén llevando”.

La fotografía, la pintura, el video y el arte sonoro, son otras disciplinas que forman parte de la vida de Romero-Molina, y aunque modestamente reconoce su experiencia en ellas, considera esto como muy necesario para desarrollar el arte actual. Arte que aprovecha no sólo para saciar su necesidad de expresión sino llevarlo a otros planos a que cumpla con otros objetivos.

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La pieza participante de Romero-Molina en “Staybite…” lleva por título “casA“. Con esta muestra el artista propone crear un hábitat sustentable y colocarlo en la franja fronteriza Tijuana/San Diego para que pueda ser utilizado por los migrantes deportados. La pieza formó parte de la muestra “Amphora: un índice de posibilidades”, también de su autoría, la cual consta de nueve instalaciones que estuvieron en exhibición el año pasado en la Sala de Arte de la Universidad Autónoma de Baja California.

¿Por qué no hacer algo por los migrantes? , se cuestiona el artista y añade: “De ahí nace la idea. Aquí entra el cuestionamiento de qué papel juega el arte en esto, por qué un artista está involucrándose en estos asuntos. Esto es uno de los motivos por los cuales “casA” entra en la muestra de ‘Staybite…’, porque es algo que se saldría de lo que comúnmente denominan una vertiente del arte. Si de alguna manera el arte habla de cierta belleza (en lo estético, en el concepto, en la idea), ¿por qué no puede ser una buena acción?”.

El propósito es establecer una comunidad con estos hábitats, y dotarla de todos los servicios básicos, así como el ofrecer a los migrantes asistencia médica y psicológica, con apoyo de voluntarios y trabajadores sociales que atiendan sus necesidades inmediatas. Una vez establecida la comunidad, se pretende documentar las historias personales de los migrantes para luego ¿por qué no? mostrarlas en una exhibición itinerante por los Estados Unidos.

“Nuestra idea es que en una parte posterior de la exhibición, en otra fase, poder mostrar esas historias personales, para concientizar un poco más al público en general con respecto a las historias; saber qué es lo que lleva a estas personas a hacer esto”.

Y abunda más sobre la sustentabilidad del proyecto: “La estructura del hábitat está hecha de material reciclable, está integrado un sistema de calentamiento de agua solar, hay dos o tres propuestas de escusados, para que haya una separación de sólidos y líquidos. Estuve trabajando con alumnos de la Universidad Autónoma de Baja California, trabajamos en equipo con la idea de que todos los elementos y las funciones dentro del hábitat fueran sustentables. La idea era que cuando este hábitat se colocara, hubiera una especie de campamento, con su huerto; sin dejar ninguna huella de contaminación. Cuando inicié el proyecto mencioné que quería que fuera sustentable hasta en un 90% (…) “.

Sobre los costos añade: “Estamos calculando de que el hábitat va a costar alrededor de mil o mil doscientos dólares. Hospeda a dos personas, cocina, regadera, baño y comedor; está completísimo”.

¿A qué nivel has hecho esta propuesta? se le pregunta.

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“No sabemos exactamente a que nivel llevarlo; obviamente se requerirían de muchos permisos para llevar a cabo el proyecto. Yo creo que por medio de instituciones culturales lo lograríamos. Ahorita estamos en la etapa de estar mostrando el proyecto en fase maqueta y animación tridimensional con la idea de que en algún momento podamos completar el equipo que necesitamos para verdaderamente llevarlo a cabo”.

Actualmente la propuesta artística está en manos de la UABC campus Mexicali, quien en otoño de este año lo instalará en un edificio próximo a inaugurar y estará en exhibición de manera permanente ya con todos los elementos que tiene en mente el autor.

“A lo mejor es un tanto inocente pensar que un hábitat va a llegar a solucionar una situación de semejante dimensión, pero va más allá de eso, en el sentido de que se trata de accionar, eso es todo en realidad”.

Sin duda la frontera lo inspira, lo persuade; la hostilidad de la misma, lejos de causarle hastío o indiferencia, lo colma de pragmatismo. Ya en la ruta del arte, Romero-Molina huye de la periferia para no agazapar sus obras y elige transitar por terrenos fértiles donde pueda sembrar más reflexión que perplejidad a través de ellas. Sus obras no se quejan, proponen. Es un artista comprometido con su entorno, con el contexto donde nacen sus obras; intranquilo frente a la pasividad, provocativo ante la nada.

¿Qué opinas de toda la infraestructura cultural que está surgiendo en la ciudad, como por ejemplo ‘El Cubo’, ‘El Trompo’, ‘El CEART’?

“Me parece excelente, son los síntomas de una ciudad que no le queda otra mas que crecer. Muchas veces, tanto empresarios como la sociedad, no creen en invertir en proyectos culturales porque no son redituables económicamente, y es que esto no se reditúa económicamente, esto se reditúa de otra manera. Es a través de las futuras generaciones (que se verán ya rodeadas de esta cultura, de toda esa infraestructura) donde vamos a ver realmente los frutos. Uno de los síntomas de la ausencia de esto, son cosas como las que vivimos actualmente, gente que se mueve en un medio violento, brutal; que es todo lo contrario al conocimiento y el arte, son como dos extremos del mismo hilo. Yo creo que todo esto que se está dando en cuanto a infraestructura, nos va a dar resultados increíblemente buenos a largo plazo. Espero que la obra de todos los colegas ahorita esté también contribuyendo de alguna manera para que siga dándose ese florecimiento. Creo que todo esto nos va a dar otra Tijuana algún día.”

Actualmente está trabajando con la escritora Paty Blake en el proyecto “Post_real”, una muestra de 12 postales que los artistas presentarán en Valencia España este próximo otoño bajo el colectivo que ambos conforman llamado “Oficina de Asuntos Necesarios”.

Para conocer más de Roberto Romero-Molina no dejen de consultar su página en internet www.romero-molina.com

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“LA PROMOCION CULTURAL SE HACE CON LAS UÑAS”: Mario Ortíz Villacorta

El pasado 11 de Julio se conmemoró el 119 aniversario de la fundación de la ciudad de Tijuana. Diversos eventos, tanto culturales como deportivos, se están llevando a cabo en el marco de esta celebración. Kiosco 33 buscó a uno de los más destacados cronistas de la ciudad, el maestro Mario Ortiz Villacorta Lacave, para que desde su perspectiva, nos hablara sobre la situación actual de Tijuana, sus problemáticas, sus habitantes y el papel que debe asumir la cultura ante los embates delictivos que tanto vulneran su armonía y estabilidad.

 
A continuación parte de la entrevista que sostuvimos con el Mtro. Villacorta:
A 119 AÑOS DE SU FUNDACION, ¿QUE LE DEBEMOS FESTEJAR A TIJUANA?

“Su extraordinaria capacidad de sobrevivencia, dinamismo, progreso, creación de valores propios y desarrollo de una cultura regional muy diversificada. No estamos hablando de una identidad única y sólida, porque Tijuana es una ciudad extraordinariamente dinámica que crece aceleradamente. La ciudad de Tijuana crece alrededor de 100% cada diez años y eso le produce una situación de desmesura. Cuando hablamos de la identidad de Tijuana tenemos que hablar de varias identidades que las unen  las condiciones generales de la mexicanidad (…) Hay una falsa imagen de creer que Tijuana está formada por los que no pudieron pasar al otro lado y eso no es verdad, en realidad el que quiere pasar a Estados Unidos pasa. Los que han decidido irse al otro lado no se quedan en Tijuana, o pasan  o se regresan a su lugar de origen. Solamente un 4% de los tijuanenses, según estudios del COLEF, son personas que después de intentar pasar a Estados Unidos, se quedaron a radicar aquí para siempre. El ser frontera tiene dos condiciones, una favorable y una desfavorable. La favorable es que propicia el intercambio económico, social y cultural. La desfavorable es que estamos en el paso de la migración indocumentada , del tráfico de drogas, el tráfico de armas y la transculturación. Pero la transculturación se abate con el fortalecimiento de nuestros propios valores culturales.”

EN RETROSPECTIVA ¿COMO HA CAMBIADO LA IDEOSINCRASIA DEL CIUDADANO TIJUANENSE?

“No podemos hablar de una sola forma de ser; una cosa son los viejos tijuanenses, que tienen maneras muy precisas de ser, el viejo tijuanense es generalmente una persona práctica, directa, franca, cordial y amistosa, pero desconfiada en cierta medida. El viejo tijuanense es una persona muy trabajadora, que piensa en su familia, su casa y sus cosas. Es aquel que se ha formado un patrimonio a base de esfuerzo y trabajo. El viejo tijuanense es comerciante y el muy antigüo tijuanense era ganadero, sembraba y comerciaba. Tijuana en un principio era un conjunto de rancherías con excelente ganado de muy buena calidad y que además trabajaban artesanías. Así es que los descendientes de esa Tijuana sí tienen una manera de ser y una idiosincrasia propia. Pero como ha habido tanta gente que viene de tantas partes, pues hay muchas diferencias de usos y costumbres.

EN LOS RECIENTES HECHOS DELICTIVOS EN TIJUANA, LA PARTICIPACION DE LOS JOVENES ES UNA CONSTANTE ¿QUE PASA CON LOS JOVENES TIJUANENSES HOY EN DIA?

“Un 80 % de  estos jóvenes no son residentes de la ciudad, vienen de estados como Sinaloa, Jalisco y el Distrito Federal. El 90 % de la gente que está presa, lo está por tráfico de drogas y es gente que viene de otros estados, principalmente del estado de Sinaloa. No tengo nada en contra del estado de Sinaloa, sé que es un estado donde se cultiva el arte y la cultura, con una magnífica universidad y otras cosas, pero no podemos negar esa circunstancia. Como en un tiempo la presencia mayoritaria era de jaliscienses, ahora es de sinaloenses (…) Nosotros tenemos una especie de gobierno invisible formado por la delincuencia pero no es propio nuestro, aunque hayan reclutado jóvenes de la clase alta que llaman narcojuniors. Si ustedes se dan cuenta, la primera generación de narcojuniors ya desapareció, todos han muerto, están presos o andan a salto de mata. En cambio hay una nueva generación de jóvenes atraídos por ese mito del poder y del dinero, muchos jóvenes que no lo necesitan se incorporan a esas filas. Los delincuentes están reclutando jóvenes por razones naturales, el joven es arriesgado, no lo piensa, lo mueve la adrenalina y de pronto no puede medir las consecuencias de este tipo de delitos, lo cual resulta muy grave y triste”

 

Foto Tijuana

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CUANDO LOS TIJUANENSES TOMAN LAS CALLES O CUALQUIER OTRO LUGAR PUBLICO PARA MANIFESTARSE, USUALMENTE LO HACEN REPRESENTANDO A SUS GREMIOS, PARTIDOS POLITICOS O SINDICATOS, PERO MUY RARO LO HACEN COMO SOCIEDAD CIVIL ¿ES PASIVA LA COMUNIDAD TIJUANENSE FRENTE A LOS PROBLEMAS QUE LOS AFECTAN COMO SOCIEDAD? 
Yo pienso que en términos generales está muy dividida. Como que está muy sectorizada. Cada vez que un sector es afectado, sale ha manifestarse pero lo hace solo. Por ejemplo hemos visto salir a los doctores, a las enfermeras, a la iglesia, a los protestantes, a los universitarios; pero no he visto yo una capacidad contestataria. No hay aquí una asociación de usuarios, por ejemplo, del servicio público; no hay una asociación de personas que pagan impuestos como en otros lugares. Yo recuerdo luchas extraordinarias en Acapulco, en Chilpancingo, en Tampico y en la ciudad de México, donde se organizan y logran que el gobierno y las autoridades echen atrás una medida abusiva o absurda. Aquí en Tijuana no sucede. Rara vez se manifiestan. Hace unos 5 años, cuando se iba a hacer una lanzadera en el parque teniente Guerrero, se logró que se conmoviera a la comunidad. Yo estaba entre ellos. Recuerdo que todos fuimos vestidos de blanco, rodeamos tomados de las manos el parque, pedimos que no se hiciera la lanzadera y se logró. Ese fue un buen precedente, pero no se repite mucho. Las marchas por ejemplo por la seguridad, que debieron haber sido multitudinarias, iban mil o dos mil personas cuando mucho. Hay un locutor, Ramón Quiñónez, quien seguido dice que ‘no hay pueblo’, y yo digo que sí lo hay pero es un pueblo que no ha madurado todavía en esa condición. No hay capacidad contestataria, no hay capacidad de protesta desarrollada. ¿Por qué? Porque hay gente que está terminando de llegar. Siempre hay gente que no ha terminado de llegar. Decía Conrado Acevedo ‘no han abierto su maleta psicológica’, la tienen debajo de la cama, no se han integrado. Aquí en Tijuana hay gente que tarda 20 años pensando que se va a ir a su pueblo y que se le hace horrible Tijuana, pero aquí vive, progresa y tiene todo”.

¿CUAL DEBE SER EL PAPEL DE LA CULTURA FRENTE A LOS HECHOS DELICTIVOS QUE ACONTECEN EN TIJUANA?

“La cultura es una consecuencia de la educación y la educación es un proceso social, no es un proceso de la escuela. La escuela no cambia la sociedad, ese es un error muy grave que tenemos. Los liberales del siglo XIX pensaban (y lo metieron en la idea de la gente) que la escuela sería la que cambiaría a la sociedad, cuando es la sociedad la que produce el tipo de escuela que quiere y necesita. La sociedad crea un tipo de ser humano acorde con sus valores y con sus características y condiciones. La cultura no lo puede todo, pero ayuda bastante. En la medida en que nosotros desarrollemos actividades culturales, que metamos a la gente en la discusión y el análisis de los problemas sociales y de la vida social, en esa medida, la gente va cobrando conciencia y en la medida en que la gente cobra conciencia, es decir, que se da cuenta de las cosas, aprenderá también a actuar. Por eso es necesaria la promoción de la cultura y eso es una cosa que los gobiernos no han entendido, la cultura es algo que se deja al final. Se prefiere por ejemplo gastar en la imagen del gobierno más que en la promoción cultural. La promoción cultural se hace con las uñas, cuando debiéramos tener un despliegue importante de cultura. La cultura contribuye a formar conciencia, la conciencia contribuye a la identidad, la identidad contribuye a la convivencia y la convivencia hace que vivamos mejor”

 

Mario Ortíz Villacorta Lacave es cronista de la ciudad de Tijuana. Es Licenciado en Filosofía. Fue maestro y director de la Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas. Coordinó, junto a Francisco Manuel Acuña Borbolla, el libro “Tijuana. Senderos en el tiempo”.