Del 24 de Febrero al 7 de Abril, la reconocida fotógrafa Yvonne Venegas, impartirá el taller “Creación de un proyecto fotográfico” en el Centro Cultural Tijuana (CECUT). El taller está dirigido a fotógrafos y artistas visuales que se encuentren realizando un proyecto fotográfico o un proyecto artístico cuya base sea la fotografía. La realización de ejercicios, la presentación de las imágenes producidas, así como la discusión sobre las distintas variables, técnicas y conceptos que intervienen en el proceso fotográfico; serán parte de las actividades a realizar en el taller. Actualmente Venegas se encuentra en el proceso de selección de aspirantes a través de entrevistas, ya que serán sólo 12 (máximo 14) las personas que podrán participar.

 

Kiosco 33 tuvo oportunidad de charlar con Yvonne Venegas con motivo de este taller, y aquí compartimos parte de la entrevista.

 

Foto Cortesia

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 ¿Por qué es importante que los que se dedican a la Fotografía se actualicen o se profesionalicen por medio de estos talleres?
“Esta profesionalización se hace, de entrada, porque no existe una escuela. Lo que yo creo que la escuela te da es aprender a discutir tu trabajo y una disciplina; viene junto yo creo. Te disciplina el enseñar tu trabajo y platicarlo con otras personas, porque te impulsa a producir más, eso es algo que es importante ya que el trabajo crece, se vuelve más fuerte (…) Hay varios de los alumnos que estuvieron en el taller de Javier Ramírez por ejemplo, que este año les dieron la beca del FONCA (que nunca antes se las habían dado) entonces, el chiste es entrar en la discusión y en los forums que hay nacionales e internacionales de Fotografía, sin sentirnos como que no sabemos de lo que estamos hablando. Creo que esto es muy importante, porque hay cosas y experiencias muy distintas de lo que se está viviendo en Tijuana, de lo que se está viviendo en otras partes del país y del mundo que creo que son importantes que salgan y que la gente las conozca”.

Nos está tocando vivir la transición de la Fotografía Analógica a la Digital. ¿De qué manera está influyendo esta transición en los fotógrafos hoy en día?

“Es una muy buena pregunta porque en realidad parte del taller quiero dedicarla a esa discusión. Creo que hay un entendimiento básico sobre las imágenes que cambia en el momento en el que tú tomas digital, porque puedes verlo inmediatamente, o sea, la pausa del momento en el que tú tomas la foto y la ves, es mínima. Antes era el esperar, el revelar; tenías que trabajar e imaginarte, adivinar cosas, empezar a cargar la imagen con esperanzas hasta que llegaras a verla, eso le daba su propia vida, y no podías eliminarla tan fácilmente. Esa situación viene cambiando la manera como tomamos fotos y la manera en que nos relacionamos con el sujeto que estamos retratando, porque se vuelve una relación con la cámara, con la máquina, con la computadora; ya no estamos imprimiendo las fotos y teniendo esa relación con ellas. Esto lo digo por experiencia, es una cosa que yo extraño, y que a lo mejor es muy práctico. Mucha gente lo está disfrutando porque puedes tomar más fotos que antes, y el trabajo de la edición es distinto porque lo estás viendo en la computadora… cambia todo. En ese sentido, lo que yo quiero proponer en el taller es encontrar maneras de pensar la Fotografía de una manera analógica, permitirnos esos espacios para que el trabajo no pierda el misterio; el misterio está en nuestra cabeza. De repente tomamos fotos que no sabemos por qué las tomamos, y ese no saber por qué, en un momento de error, lo podemos hacer delete y desaparece la foto. Yo creo que tiene que haber alguna manera de que la Fotografía mantenga su misterio”.

 

Sin embargo, esta digitalización está acercando más a la gente a la Fotografía. Hay como una «socialización» de la Fotografía actualmente. ¿Qué opinas de esto?

“Desde que empezó la Fotografía (por ejemplo cuando empezó Kodak con su ‘Brownie Camera’) su uso como herramienta era que la gente quería tener una foto de ellos mismos. Lo que siento que está pasando ahora (que es un poco lo complicado) es que las barreras entre lo público y lo privado se están desvaneciendo de una manera muy exagerada. Obviamente nosotros no lo sufrimos, lo sufren las figuras públicas. Hay un deseo de consumir imágenes, y ya no hay límites entre si lo puedes consumir o no; sientes que porque tienes una cámara y tienes una figura pública enfrente de ti, puedes hacerlo (…).

 

Trabajar en un cuarto oscuro es como un ritual: el cuidado de los tiempos, la luz, el trabajo con los químicos, etcétera; sin embargo, hoy en día con la fotografía digital se acude al kiosco fotográfico más cercano y se da la impresión de manera inmediata. ¿Se ha demeritado el oficio del fotógrafo?

“No creo, en realidad lo que hacen los autores con la Fotografía lo van a seguir haciendo, y van a seguir buscando las maneras de construir su lenguaje. Siempre hubo el revelado así, revelado en una hora, etcétera. Los álbumes familiares son una necesidad, y eso no va a dejar de existir, además es necesario que exista. No hay que confundir lo que es la foto de autor y lo que es la foto de consumo. El consumo del turista, el consumo del amateur es una necesidad que tenemos, que es la de guardar nuestras memorias (…)”.

 

Una buena fotografía ¿se busca o se encuentra?

“Para como yo tomo fotos, yo creo que se encuentra. Yo solamente te puedo hablar de mi experiencia, y para mi es encontrar, se encuentra; es algo que tu subconsciente trabaja con tu técnica, con tu mirada, y esas situaciones están ahí, las encuentras. Hay gente que lo crea, que hace foto construida, y es otro tipo de Fotografía. A mi me cuesta mucho trabajo de repente entender esas fotos construidas. Si no son buenas ideas, es muy complicado verlo como foto, no sé, soy como muy purista de repente”.

Foto Cortesia

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Háblanos un poco de tu participación en la muestra “Proyecto Cívico”, que actualmente está en exhibición en el CECUT.

“Las curadoras conocían algo de mi trabajo, les enseñé trabajos nuevos, y escogieron uno que funcionaba para el tema que ellas estaban buscando. Para mi es un honor formar parte porque estoy incluida en una exposición con artistas que admiro, y que veo como muy lejanos, entonces el estar ahí es emocionante. Me emociona la manera como estamos hablando, en diferentes lenguajes obviamente, y diferentes ideas. Es como reunir una serie de artistas, una serie de ideas que crean un diálogo. Para mi, eso es lo que están haciendo las curadoras, crear un diálogo que uno aprende al estar ahí”.

 

Estuviste 6 meses conviviendo y fotografiando al grupo RBD para esta muestra. Leí en algún lugar que tu propósito era “encontrar el lado humano del producto masivo”. ¿Qué tanta libertad te dio el grupo para lograr ese objetivo?

“Ese proyecto fue una invitación de Fundación Televisa, fue una idea de Mauricio Maillé (que es el director del proyecto), él llegó y me dijo: ‘quiero que tomes fotos de este fenómeno’; él está haciendo un trabajo de invitar a artistas a reflexionar sobre Televisa. Yo fui una de esas invitadas, él se lo propuso a Pedro Damián, y le encantó la idea. Pedro Damián, (como es el productor del grupo) les dijo a los chavos, ‘¿saben qué?,  esta chava es artista, y va a estar tomándoles fotos, ustedes sigan su vida, ella va a andar aquí…’; entonces me dieron toda la libertad de llegar y tomar fotos, estar con ellos, acercarme como yo necesitara; fue un acceso total, y lo disfruté muchísimo, porque son personas muy lindas, son personas muy padres con quien trabajar. Este proyecto para mi fue muy importante hacerlo”.

 

Para la selección de fotos que presentas en esta exposición, ¿tuviste que consultarlos?

“No, en realidad este proyecto todavía está, digamos que en espera. Está el proyecto de un libro que todavía no sale, y aún estamos trabajando en la manera de cómo lo vamos a presentar. Todas las fotos ya las vio Pedro Damián, yo no le dije ‘voy a poner estas fotos en la exposición’, porque tiene otras cosas en qué preocuparse, pero esperamos que ese libro salga pronto, digo, ya se va a acabar RBD, ahora sigue hacer el libro”.

 

¿Cuál es la mayor satisfacción que te ha dado la Fotografía?

“Yo creo que encontrar respuestas a preguntas muy profundas. Esa es una satisfacción, y siempre que las encuentro (aunque no necesariamente sea la que buscaba) algo surge …

 

En este oficio, ¿cuál es el mejor consejo que has recibido de tu padre?

“Ve muchas fotos y toma muchas fotos (risas). Los he aplicado ambos, y la verdad a mi me han funcionado mucho”.

 

 

 
 
Agradecemos al CECUT y a su Coordinadora de Prensa, Cristina Cornejo Leyva, las facilidades para realizar esta entrevista.
 
 

 

 

 

 
 
 
 

 

 

 

El Cubo. Foto Cortesia CECUT

El Cubo. Foto Cortesía CECUT

El pasado sábado 27 de Septiembre fue inaugurado en Tijuana uno de los proyectos más ambiciosos en materia cultural: El Cubo.

Con una inversión de más de 90 millones de pesos, El Cubo viene a darle a la ciudad un espacio museístico de primer nivel. Con una superficie de 1500 metros cuadrados de área de exhibición, este nuevo recinto cultural albergará exposiciones de talla internacional, regional y local centradas en tres temáticas: Bellas Artes y arte moderno, Patrimonio Histórico-Cultural y Arte Contemporáneo.

La inauguración estuvo encabezada por el Gobernador de Baja California, el Lic. José Guadalupe Osuna Millán y el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), el Mtro. Sergio Vela, quienes junto al alcalde de Tijuana Jorge Ramos y la Directora del CECUT, Teresa Vicencio recorrieron los tres niveles que integran el nuevo inmueble para apreciar las exposiciones Buda Guanyin, Tesoros de la compasión y Proyecto Cívico.

Este espacio le dará a los tijuanenses la oportunidad de disfrutar exhibiciones que antes no podían ser presentadas en la ciudad por no contar con un espacio que cumpliera con los estándares internacionales que se exigen para la exposición de obras de talla mundial como son un control óptimo de temperatura, humedad, iluminación y sobre todo seguridad.

Con El Cubo Tijuana se integra al circuito internacional de museos. Se estima una afluencia de 300 mil visitantes por año los cuales se sumarán al millón de personas que visitan el CECUT cada año, según cifras proporcionadas por la administración.

Uno de los objetivos que se ha planteado el CECUT con este espacio es que sea un detonante en pro del desarrollo del Turismo Cultural tan necesario hoy en día.

El Cubo también contará con una librería, una tienda de artículos promocionales, guardarropa, oficinas, cafetería, bar, patios y terrazas.

Dos días antes de la apertura, la Directora del CECUT, Teresa Vicencio, sostuvo una charla con Kiosco 33. A continuación compartimos parte de la entrevista.

 

 

 

 

 

 

Foto Cortesia CECUT

Foto Cortesía CECUT

 

Maestra, por fin después de tres años de construcción Tijuana ya no sólo tendrá La Bola, sino también un Cubo. Platíquenos sobre este nuevo espacio museístico.

 

El Cubo es el nombre que el arquitecto Eugenio Velásquez (que es el autor del proyecto arquitectónico que se seleccionó de entre 30 propuestas) le da a su propio edificio. El Cubo hace referencia a la búsqueda de un equilibrio geométrico en el paisaje urbano, donde tenemos La Bola, que es ya entrañable para todos los tijuanenses, esta Bola que alberga el cine IMAX y que tiene además en el conjunto otros dos edificios rectangulares (que es donde está la sala de espectáculos y el edificio central) y ahora se propone un Cubo. Este Cubo, de acuerdo con el arquitecto, también se une con el resto por una estructura metálica que hace un semicírculo desde la parte de afuera como evocando también la parte circular de La Bola. Las salas de exposiciones son cuadrangulares, cada lado mide 23 metros y están también haciendo referencia a lo que los curadores y los profesionales de exposiciones dicen sobre un cubo que es siempre un espacio a la espera de algo“.

 

 

 

 

 

 

Foto Cortesia CECUT

Foto Cortesía CECUT

¿A que nivel pone El Cubo a Tijuana en materia cultural?

 

El Cubo hace una diferencia fundamental en las facilidades de los servicios culturales y en la infraestructura cultural de la ciudad. Es el único espacio en la ciudad de Tijuana que cuenta con las características museísticas que requieren los estándares internacionales. Con El Cubo ya no tenemos límite, en términos técnicos, en términos espaciales o en términos de la misma gestión, es decir, tenemos control de temperatura, control de humedad, control de iluminación; tenemos un espacio muy generoso, son 1500 metros cuadrados (para que se den una idea, actualmente la sala central del CECUT en su parte de abajo tiene 300 metros cuadrados y hemos montado exposiciones allí importantes) pues imagínense que ahora tendremos 1500 metros cuadrados exclusivamente para exposiciones. Por otro parte tenemos las áreas de servicio, tenemos las bodegas, las oficinas para curadores, talleres, las áreas de atención al público como es la recepción, las taquillas, el guardarropa, el restaurante, el bar”.

 

 

 

 

 

 

Foto Cortesia CECUT

Foto Cortesía CECUT

 

 

 

 

 

 

 

Con toda esta nueva tecnología de vanguardia con la que cuenta El Cubo ¿Se contratará personal mayor capacitado para estas exigencias o se seguirá trabajando con el mismo personal?

 

El Cubo ha provocado la creación de una nueva sub dirección, no quiero decir que todos los que ahí estén sean nuevos, de alguna manera los equipos de trabajo del CECUT se están reacomodando, por ejemplo nuestros museógrafos tienen muchísima experiencia y alguno de ellos tiene más de 20 años trabajando, ahora han tenido que reaprender cosas, por ejemplo hace unas semanas estuvieron trabajando con los comisarios chinos y fue toda una experiencia para ellos el ver cómo se hacen las cosas del otro lado del mundo entendiéndose con un equipo que hablaba sólo mandarín. Ahora se ciñen mucho más convenios internacionales; ahora también estamos trabajando asuntos administrativos, de aduanas, de seguros y mil cosas más y lo hacemos con mucha más intensidad. Realmente ha sido un proceso de profesionalización para todos, en todas las áreas”.

Foto Cortesia CECUT

Foto Cortesía CECUT

 

 

¿Qué tipo de exposiciones o muestras albergará El Cubo?

El Cubo va a tener varias vocaciones, por un lado queremos que albergue lo mejor del mundo y del país para los bajacalifornianos y por otro lado queremos que desde allí los bajacalifornianos tengan un acceso más intenso e inmediato al escenario mundial, yo creo que son procesos que van de ida y vuelta, entonces con esa lógica vamos a empezar con dos exposiciones igualmente importantes, la exposición Buda Guanyin, Tesoros de la compasión, que viene del museo de la capital de Beijín, también estuvo en el Castillo de Chapultepec y ahora viene para acá. Esta es una exposición que el museo de la capital específicamente preparó para México y ocupará dos de los tres niveles del edificio, son cerca de 200 piezas de estas reliquias milenarias estéticamente preciosas que nos acercan a una cultura ancestral del otro lado del planeta pero que tienen mucho que decirnos, como un mensaje de paz. Por otro lado tenemos la exposición Proyecto Cívico, que es una exposición de arte contemporáneo que ocupará la planta baja en la que tendremos artistas contemporáneos que se preguntan sobre el significado de ser ciudadano hoy en día, sobre todos en ciudades de excepción (como puede ser la ciudad de Tijuana o esta zona fronteriza con particularidades de mucha intensidad) y que en esta exposición participan artistas de la región como Yvonne Venegas, Daniel Ruanova, Sergio de la Torre y algún otro de Los Ángeles y San Diego que se integran en esta exposición para dialogar con otros artistas del mundo”.
 
 
 
 
 

 

Foto Cortesia CECUT

Foto Cortesía CECUT

Con estas dos exposiciones veo un equilibrio al presentar una exposición de talla internacional como Buda Guanyin y otra de corte regional (Proyecto Cívico). ¿Qué apertura tendrá El Cubo para los artistas locales?

 

“Va a ser algo similar a lo que vemos en Proyecto Cívico, es decir, El Cubo tiene una vocación de profesionalizarnos a todos, incluyendo a los artistas, entonces la idea es que, como sucede en todos los museos respetables de otras ciudades, haya un equipo de asesores curatoriales que de hecho ya lo hay. (La idea) es que haya una línea artística de investigación, haya un interés por la investigación y por la difusión, y con base en eso se vayan marcando pautas de trabajo en la que por supuesto estarán incluidos los artistas. Lo que quiero decir con esto es que serán los primeros que estarán incluidos y que tenemos que trabajar en estas líneas de profesionalización, incluidos de esta manera, a través de la investigación, la difusión, a través de integrarse con la mirada de un curador que hace una propuesta. Hay otros espacios que tienen otras vocaciones, por ejemplo la galería de la ciudad tiene otra misión, a lo mejor su misión es ofrecer sus muros para darle a algún artista su primera oportunidad (…) Cada espacio tiene su vocación y es importante no confundirlas porque si no estaríamos privando a la ciudad de distintas vocaciones; no quiere decir que El Cubo se vuelva como una sala en la que se puede agendar y decir ¿cuándo me toca?, aquí no es de que nos toque, es que todo forma parte de un proceso de gestión museística”.

 

 

 

 

Foto Cortesia CECUT

Foto Cortesía CECUT

 

 

 

 

 

 

 ¿El uso de El Cubo será sólo como sala de exhibición o albergará otro tipo de eventos artísticos?

“Hay usos alternativos y complementarios que tendrán que funcionar cuando ya las salas de exposiciones estén cerradas, por ejemplo el vestíbulo y la terraza superior (que tiene una vista hacia Paseo de los Héroes y hacia la explanada de La Bola) pueden ser susceptibles de albergar cócteles y eventos sociales de alguna naturaleza. El Cubo en su parte vestibular al centro tiene buena acústica, puede tener música, algún recital o algo así. Todo esto obedece a que sabemos que el CECUT es un espacio muy demandado, entonces estamos abiertos a esta posibilidad de que una vez que cierre sus puertas para su principal vocación que es la de mostrar exposiciones, podamos hacer este tipo de cosas que seguramente la comunidad las va a demandar”.

 

 

 

 

 

 

 

EL CUBO. Foto cortesia CECUT

EL CUBO. Foto cortesía CECUT

 

 

 

 

 

 

 ¿Quiénes participaron en esta inversión de más de 90 millones de pesos?

“Participaron tres instancias básicamente, con aportaciones prácticamente iguales, equitativas. El gobierno del Estado (que además es el responsable de la construcción) participó a través de su propia Secretaría de Turismo, también participó la Secretaría de Turismo federal (a quien le presentamos el proyecto como un programa que puede favorecer el turismo en el norte de México y por último el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) que hizo una aportación igual”.
 
 
 
 

 

Foto El CUBO Cortesia CECUT

Foto El CUBO Cortesía CECUT

90 millones se dice muy rápido ¿Fue difícil la gestión de estos recursos?

 

“Hubo que ser persistentes. Es un proyecto que a mi me llena de esperanza, desde el punto de vista de la administración pública, digamos como funcionaria me llena de esperanza y ahora explico por qué: estamos malamente acostumbrados a ver que cuando hay un cambio de administración o cuando son demasiados funcionarios los que intervienen en la toma de decisiones es desafortunadamente más o menos frecuente que un proyecto se trunque, que un proyecto se retrase, que un proyecto se disminuya, se modifique sustancialmente; y mi experiencia (lo digo con todo el reconocimiento a quienes participaron con su voluntad en que esto se concluyera) es muy esperanzadora porque estamos hablando de un proyecto que trascendió dos administraciones federales y dos administraciones estatales, que quiere decir, que el proyecto lo iniciamos con el licenciado Eugenio Elorduy y lo concluimos con el licenciado Osuna Millán, que el proyecto lo iniciamos con el licenciado Vicente Fox y lo concluimos con la administración del Presidente Calderón; entonces a mi esto de verdad me da mucho gusto, habla muy bien de los funcionarios públicos que acabo de mencionar (…) Tienen todo mi reconocimiento y yo creo que es una prueba de que cuando una ciudad y una comunidad sabe plantear las cosas hay voluntad política que responde”.

 

 

 

 

 

Foto Cortesia CECUT

Foto Cortesía CECUT

La difusión de las actividades y eventos que realiza el CECUT es muy poca o casi nula en San Diego.

¿Qué planes tiene el CECUT para acercar más a la comunidad hispana que radica en California? ¿Se apostará más por el turismo cultural ahora con El Cubo?

 

 

 

 

“Tenemos que encontrar estrategias que sean viables de acuerdo con nuestros recursos de todo tipo (porque no hablo sólo de recursos presupuestales, sino de recursos de tiempo y recursos humanos), yo creo que lo primero que tenemos que hacer cada vez más (y que en este sentido sí responden muy bien las otras instancias) es hacer un frente común. El CECUT tiene que ser apoyado por el COTUCO y por la Secretaría de Turismo, y eventualmente lo hacen, pero debemos de hacerlo de una manera más constante y más contundente. Los fondos de estas instancias son precisamente para la promoción, entonces en esa promoción tenemos que entrar nosotros cada vez más, en ese discurso del turismo cultural, tenemos que hacerlo. Y luego al mismo tiempo nosotros como estructura, encontrar maneras de ser más eficientes en lo que hacemos. Por ejemplo es muy común que nuestros links sean de alguna manera más sencillos con los medios de habla hispana, pero quizás deberíamos tener de manera sistemática información traducida, los boletines en inglés, apostar más a los medios anglosajones, potenciar más nuestra página. Yo creo que todavía hay ahí unas áreas de oportunidad muy grandes. Pero también quiero decir que definitivamente tampoco podemos solos como centro cultural, tenemos que hacer frente con la ciudad y con otros organismos”.
 
 
 
 

 

El Cubo Foto Cortesia CECUT

El Cubo Foto Cortesía CECUT

 

 

 

 

 

Teresa Vicencio. Directora del CECUT

Teresa Vicencio. Directora del CECUT

 

 

 

 

 

 

 

 

La zona este de la ciudad de Tijuana está creciendo brutalmente. Se estima que hay más de un millón de habitantes. ¿Existe un plan para descentralizar los eventos del CECUT, realizar más actividades extramuros y así llevar la cultura a ésta y otras partes de la ciudad?

 

“Esa es una pregunta que nos hicimos al inicio de la gestión hace 7 años. Yo considero que la primera responsabilidad del CECUT es intramuros. Hay otras instancias de gobierno, del estado y el municipio, que bien pueden hacer este trabajo porque de ellos dependen por ejemplo las bibliotecas públicas, las casas de cultura o los centros comunitarios. Ahora bien, esto no exime la responsabilidad que tiene el CECUT de atender esos públicos, de ninguna manera, al contrario, pero la visión que nosotros tenemos es que a esos públicos los atendemos, pero los llevamos al CECUT, porque si bien es valioso un festival musical en una plaza pública o un teatro escolar en un patio de una escuela, la experiencia de entrar a una sala de espectáculos, que se apague la luz y se abra un telón es otra cosa (…) Nuestra primera responsabilidad es que esos públicos vayan al CECUT y así es como yo lo entiendo, en eso nos concentramos”.