El escritor tijuanense Heriberto Yépez presentó en el marco de la Feria del Libro Tijuana 2010, su más reciente obra literaria titulada «La increíble hazaña de ser mexicano».
¿Cuáles son nuestras virtudes y defectos? ¿Cómo podremos convertirnos en un pueblo con una mentalidad renovada y salir del subdesarrollo? ¿Cuáles son las causas auténticas de nuestra crisis?; son sólo algunas de las varias interrogantes que el también filósofo responde de manera amena y «sin tapujos».
 
 
 
 

Heriberto Yépez/Foto: Kiosco 33

Heriberto Yépez/Foto: Kiosco 33

«Qué es el mexicano?» cuestionó Yépez al inicio de la presentación. «El mexicano es un híbrido del norteamericano, español e indigena; la idea del mestizo ya caducó», sentenció el académico quien describió la influencia de la cultura norteamericana en México.

«¿Qué decimos del gringo? Los gringos son cuadrados, fríos. Si juntamos la serie de calificativos que atribuímos al estereotipo del gringo, todos esos estereotipos, todos esos clichés, podrían ser la parte que el mexicano no acepta de sí mismo, la parte que el mexicano no quiere ver de sí mismo», agregó el también autor de «Al otro lado«.

«¿Qué cultura más cuadrada que la cultura mexicana? ¿Qué cultura más rígida que la cultura mexicana? ¿Qué cultura más fría que la mexicana? Entonces, ¿quién es el gringo? El gringo es el mexicano, el lado oculto del mexicano. Así como mucho tiempo negamos lo indígena (…) así como siglos enteros nos avergonzamos de lo indígena, hoy, mucha atención, nos estamos avergonzando de lo norteamericano que somos nosotros», manifestó el Premio Nacional de Ensayo «Abigael Bojórquez» (2001).

Kiosco 33 tuvo oportunidad de charlar con el autor después de la presentación, y a continuación presentamos parte de la entrevista.

Un libro pilar sobre la mexicanidad es «El Laberinto de la Soledad» de Octavio Paz, ¿qué referencia tuvo esta obra en su más reciente libro?

«Crucial, yo me formé como lector muy joven con «El Laberinto de la Soledad», como una obra que tenía que leer, la he leído muchísimas veces, es un libro muy importante. Yo no pienso que ese libro hoy sea tan vigente, pero no pienso que Octavio Paz imaginara que su libro iba a ser vigente siempre, él sabía muy bien que la identidad mexicana es histórica, no es eterna, y que en un momento su descripción y su diagnóstico del mexicano iba a caducar. Yo creo también que es descriptivo de cierto mexicano. Ese libro para mi rompe la Literatura del pensamiento mexicano en dos. Paz mezcló a Freud, mezcló a Nietzsche… se atrevió a pensar a contracorriente de la manera de pensar en occidente, y esa combinación tan peligrosa de explicar pueblos a través de psicología (que es áltamente polémico) él lo tomó, y de alguna manera facilitó que otros procuraramos hacer lo mismo».

¿Como mexicanos por qué somos tan intolerantes frente al éxito de los demás?

«Durante siglos el mexicano realmente experimentó que el ser con poder, el hombre exitoso, el hombre con dinero, mayoritariamente era injusto. Estoy hablando de la Colonia, estoy hablando incluso del siglo XX; el adinerado, el exitoso, era un ser violento, entonces quedó en la psique mexicana esto; tener éxito y tener dinero es equivalente a volverte un malvado, entonces esa programación hoy persiste. Los jóvenes, los empresarios, las mujeres, ante la perspectiva de tener éxito o de que otro lo tenga, tiene esta programación que le indica: ‘es un ser pernicioso’, ‘no tengas dinero porque eso es malo, te vas a volver una persona ruín’ (…).

Heriberto Yépez/Foto: Kiosco 33

Heriberto Yépez/Foto: Kiosco 33

¿Cuál sería la mejor ruta hacía el progreso como país? ¿Las armas, la ciencia, la tecnología, la educación…?

«La ruta de las armas ya la estamos tomando. La guerra del narco es una guerra civil disfrazada a baja escala hoy; quién sabe si va a aumentar. La ruta que nos va a llevar al éxito se llama educación, pero educación ¿para qué? ¿educación de qué? Educación de conocernos a nosotros mismos; educación es romper miedos. Desgraciadamente en la escuela lo que sucede es que los miedos de los niños son reforzados por los maestros. Educación en un sentido de conocernos a nosotros mismos, conocer el entorno, respetar al planeta; aunque ya lo tenemos, ya millones de seres humanos repetímos esto, millones estamos de acuerdo que la educación es el camino, ya estamos un tanto cerca (por lo menos ya lo decimos aunque sea fálsamente), ya está ese discurso, ahora faltan unas décadas o siglos para estar a la altura del conocimiento que el hombre ya ha adquirido. El hombre hoy, la humanidad, ya tienen el conocimiento para producir bienestar planetario pero no se atreve a hacerlo».

Este año 2010 es simbólico, hazañas importantes se dieron hace 200 años con la Independencia y hace 100 tuvimos una Revolución. ¿Qué opina de aquellas voces que vaticinan un estallido social para este 2010?

«No sé si en el 2010, pero sí estamos muy cerca de un estallido social, o sea, es accidental que no se esté produciendo ese estallido social a gran escala. Faltaría una crísis económica norteamericana, un cierre por ejemplo de sus fronteras a los migrantes para que en México se produzca un estallido social. Estamos muy cerca de la violencia. Por ejemplo de que el narcotráfico realmente se vea mermado en su economía por el gobierno mexicano, y decidan los narcotraficantes organizar o fomentar un levantamiento armado (que ya tiene la base social para ocurrir), entonces estamos jugando a la ruleta rusa; en cualquier momento podría ocurrir ese levantamiento armado, no estamos lejos. Ahora, no ocurre porque sí hay cierta conciencia en el mexicano de que sus revoluciones han fracasado. Sabemos que la revolución de Independencia (que fue una revolución) y la Revolución de 1910 fracasaron. Entonces hay cierto aspecto crítico en el mexicano respecto a la violencia, ya aprendimos que la violencia no es el camino, que no nos llevó a la liberación. Ahora, puede ser que las condiciones de pobreza y de miseria, de desigualdad, de falta de oportunidades, de abandono social, aún se radicalicen más. Si ya somos más de 60 millones de miserables, ¿cuántos millones más va a soportar el país?»

Heriberto Yépez/Foto: Kiosco 33

Heriberto Yépez/Foto: Kiosco 33

Recientemente comentó en una entrevista que «el mexicano tiene miedo de su fuerza; la condena». ¿Podría abundar más sobre esto?

«La fuerza en México históricamente estuvo vinculada al abuso, entonces el mexicano siente que si ejerce su fuerza va a abusar, porque su medio familiar y su medio social le enseñaron que usar la fuerza es abuso; los padres mexicanos abusan de los niños, entonces la educación, el entrenamiento que recibe el niño es: fuerza igual a abuso. Cuando alguien quiere utilizar su fuerza viene ese recordatorio profundo, psicológico, inconsciente de abusar. Hay una doble reacción, ‘no, no lo voy a hacer, por lo tanto no voy a usar mi fuerza, porque si la uso abusaré’ (…).

Por otro lado, el mexicano en el exterior, fuera de su país, cambia, sobresale y en algunos casos alcanzan el éxito. ¿Qué factores influyen y de qué depende esa transformación?

«Depende de que el medio no le refuerce al mexicano su forma de ser. Ese mexicano en Estados Unidos que espera que todo falle, espera que los trámites sean eternos, y de pronto se da cuenta que para abrir su negocio puede hacerlo rápido, entonces dice ‘no, no es cierto, claro que el mundo está de la jodida’, y le empieza a ir bien y dice: «ah caray, qué diferente es aquí»; pero después dice: ‘algo va a salir mal’, y no sale mal del todo, entonces llega un momento en que cualquier ser humano cuando el medio no le refuerza sus miedos los termina por perder. Esto toma meses o años, pero es lo que tenemos que hacer en México, estamos creando estos miedos artificialmente. Nada de lo que pensamos que tiene que suceder tiene que suceder realmente, solamente que estamos reforzando temores, fantasias; los miedos siempre son fantasias, y esos mexicanos que tú mencionas lo que sucede es que sus fantasias se ven rotas, y terminan por aceptar que lo que antigüamente vivían eran miedos, fantasías».

Heriberto Yépez/Foto: Kiosco 33

Heriberto Yépez/Foto: Kiosco 33

¿Qué opinión le merece la Ley SB 1070 en Arizona?

«Es la consecuencia de nuestra relación con los norteamericanos. Esta ley es el reflejo de dos culturas que no se han podido entender y relacionar. Los norteamericanos no quieren aceptar que necesitan al mexicano, lo quieren tratar como un esclavo, los norteamericanos no han roto con su modelo de esclavitud, siempre tienen que tener una población que es esclava, hoy esa población son los migrantes, especialmente los mexicanos. Ahora, los mexicanos también no queremos entender que hay una situación que puede desarrollar modificando su propia estructura de país. Estados Unidos no es la única ruta al éxito, pero no queremos modificar al país, es más viable para muchas personas vivir graves situaciones económicas y migrar hacía Estados Unidos, pero ¿cuánta presión soporta un país de migrantes del exterior antes de que le truene la locura? Los norteamericanos, para decirlo claro, también se están transformando con el contacto con el mexicano (…) .

Está próximo el Mundial de Fútbol, ¿es la selección mexicana el claro reflejo de lo que somos como colectivo?

«La selección mexicana es la síntesis de la psicología mexicana, por eso tenemos esa relación de amor/odio con ellos. Sabemos que tienen un problema grave con el fracaso. De hecho, directores, psicólogos, han trabajado con los futbolistas a nivel de mentalidad. Pongamos el ejemplo de la selección sub 17 que se volvió campeona a través de trabajar con su persona. Eso que ellos hicieron lo podríamos hacer como país, y podríamos volvernos parte del primer mundo y campeones de muchas cosas. Ese fue un buen ejemplo, quizás un tanto momentáneo, de lo que el mexicano puede hacer consigo mismo; trabajar consigo mismo».

¿Sí se puede?

«Por supuesto que se puede. ¿Sabes cómo se puede? A través de programas educativos. Tenemos que modificar las escuelas, y tenemos que modificar la forma de ser padres; el gobierno no tiene la solución, la solución la tienen los padres y los maestros».